El periodismo móvil es una puerta abierta a un mundo de posibilidades narrativas siempre y cuando, a mi parecer, tengamos en cuenta una mínimas reglas. Intentaré explicarlas ayudándome de la experiencia de una última cobertura propia, la celebración de la Diada en Barcelona el pasado 11 de septiembre.
1– Preparar la documentación y trabajar en la producción como para cualquier otra cobertura. En este caso, por ejemplo, concerté una entrevista con el periodista Enric González, hablé con responsables de prensa de la Generalitat y elegí las convocatorias que cubriría entre el nutrido programa de actividades institucionales y populares previstas para esos días.
2- Elegir qué narrativa se adaptará mejor a la cobertura móvil que estamos preparando: fotografía, vídeo, fotogalería, directo en streaming… o una combinación de todas, dependiendo del momento.
En el caso de la Diada en Barcelona esta fue mi planificación:
10 de septiembre: Entrevista con Enric González sobre Instagram: Cinco preguntas-cinco respuestas.
10 de septiembre: Vigilia de la Diada. Fiesta popular (Plaza San Jaume-Barrio del Borne) Narración gráfica con Twitter como soporte (foto y video).
11 de septiembre: Minuto a minuto (Twitter).
11 de septiembre: Entrevista a un miembro de Omnium Cultural (Vine e Instagram).
11 de septiembre: Emisión de vídeo en directo (streaming) previo a la gran manifestación en Barcelona. Un paseo por la Rambla al encuentro de opiniones de los ciudadanos.
11 de septiembre: Culminación de la “V” reivindicativa. Narrativa gráfica.
3- Adaptar las coberturas a las limitaciones de autonomía de batería y cobertura 3G o 4G sobre el terreno. Como ya sabemos, las multitudes son las peores compañeras de una cobertura móvil. Por esa razón, en Barcelona reservé la emisión de vídeo en directo, que solicita mayor consumo de datos, para los momentos previos a la concentración en el centro de la ciudad. Sacar una señal limpia en ese momento hubiera sido más complicado y, además, tiene poco sentido “competir” con una señal institucional.
Es el momento de buscar las pequeñas historias que cuentan la gran historia. Es en este momento cuando «sellas» la cobertura con tu forma de hacer periodismo, añadiendo a tu cobertura un tono propio, caras y secuencias que aportan un valor diferencial a tu trabajo.
4- Dominar el impulso de contarlo todo. Las coberturas móviles son muy agradecidas: hay tanto que contar, fotografiar, grabar, retransmitir. Estás entusiasmado…. pero no tanto los que te están siguiendo si ven precipitarse sobre sus móviles, tablets u ordenadores un diluvio monotemático de tweets, fotos, vídeos, comentarios.
En mi caso, no suelo reprimir las ganas de captar esos momentos, pero antes de subirlos a la red, me impongo la gimnasia de preguntarme siempre: ¿es eso interesante para quien está siguiendo la cobertura? En definitiva, aplicar un criterio periodístico.
Barcelona ha resultado un trabajo muy interesante que me ha permitido conocer de cerca una realidad que conocía desde la distancia y extraer algunas enseñanzas paras las próximas misiones móviles.
Espero que os sirva de ayuda. ¡Buena cobertura!
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¡Muchas gracias! Es un campo de trabajo maravilloso y rico en posibilidades. Un placer compartir experiencias. 🙂