El día 2 de junio de 2014, el rey Juan Carlos anunció que abdica en favor de su hijo por la necesidad de abrir el camino a nuevas generaciones. Renovación. No había mejor día para intentar un ejercicio de otro periodismo.
Este es el resumen de una cobertura sobre la abdicación del rey realizada desde dispositivos móviles empleando tres redes sociales, Twitter, Instagram y Vine como herramientas y plataformas de difusión. El objetivo de la cobertura fue, esencialmente, dar la voz a los españoles de a pie, a quienes lamentan la marcha del rey o se muestran indiferentes, a los que confían en un recambio en el seno de la monarquía o demandan un referéndum para que los españoles decidan si procede un cambio de régimen.
Encontré en la calle una panoplia de sensibilidades a la altura de la España plural: desde la señora que mientras respondía, no levantaba sus ojos del «rasca» de la ONCE que arañaba con su uña, al admirador del futuro Felipe VI; desde el taxista que discutía con sus compañeros sobre la necesidad de una consulta popular a los que, muchos, no se habían enterado de nada.
Esta es la crónica de algunas cosas que sucedieron en Madrid el 2 de junio de 2014.